En tiempos de Instagram, podemos sumar varias etiquetas luego de nombrar a Yoko Ono: artista conceptual, groupie, ícono pop, algo de amores y otro tanto de odios. Figura que atrae y repele, no pasa inadvertida. Hay que darse vuelta para verla pasar por Buenos Aires.
En junio, Malba inaugura Dream Come True. Una retrospectiva dedicada a la artista japonesa, la misma será curada por Agustín Pérez Rubio y Gunnar B. Kvaran. A través de objetos, videos, films, instalaciones, sonidos y grabaciones se podrá recorrer la producción realizada desde la década del 60 a la actualidad. En total se presentarán 80 trabajos.
Excelente oportunidad para acercarse a la figura propia de la cultura popular, observar y decantar en una percepción personal de la artista.