Y volvemos sobre los artistas que nos contagiaron un poco de urbanidad…
Que Alfredo Segatori o “Pelado” te invite a su Bondi Gallery es una invitación a un viaje por su mundo. El muralista nos contó que fue profesor de educación física, que fueron los paulistas los que lo introdujeron al arte del muralismo y que su hijo, de siete años, ya tiene su primera serie: dibujos con enfrentamientos entre muñequitos pacman. Mirá cómo sigue la cuestión…
“Bety la tenía clara”, dice Martín Ron mientras sonríe y toma un mate. Bety era una señora que en Tres de Febrero, a siete cuadras de su casa, le enseñó técnicas, colores y movimientos artísticos.
“Lo más intuitivo que hacía de chico es dibujar, pero tampoco me definió. Lo que hacía era ropa y siempre decía que iba a ser diseñador de moda. Me gustaba cortar y pegar, no sólo desde el papel sino también tela. Además me hacía juguetes. Con mi papá transformamos, por ejemplo, un patín en un camión. Siempre me atrajo mezclar cosas”, cuenta SAEL. Con él nos volvimos a encontrar para fin de año.
Camila confiesa que tiene una colección de envoltorios de golosinas. Los selecciona según su estética y si lo que el envase vende y lo que está dentro coinciden. Si estos mienten, los envoltorios se tiran. Vamos a aclarar que habremos estado unos quince minutos hablando de esto mientras nos babeábamos pensando en chocolates, un momento placentero para esta entrevistada y redactora fanática de los mismos. Ahora, volvamos a lo nuestro…