El food art es una rama del foodstyling (disciplina que busca presentar la comida en su mejor versión), que va un paso más allá: consiste en crear arte a través de los mismos alimentos.
La idea es desarrollar ideas y conceptos nuevos para la presentación de la comida y la manera de verla. Se trata de ilustrar, creando imágenes únicamente con alimentos.
La estadounidense Anna Keville Joyce viene explorando esta técnica desde hace varios años. Además, hace instalaciones interactivas de comida, en las que la gente consume directamente desde la obra de arte. Se trata de un nuevo giro tanto para el arte como para la gastronomía.
Samantha Lee, originaria de Malasia, también se convirtió en una exponente gracias a su creatividad a la hora de crear comidas coloridas y saludables para sus dos hijas.
La mayoría coincide en que la carne y el helado son los alimentos más difíciles de utilizar para crear imágenes: la carne toma un nuevo volumen y su color no es muy atractivo. El helado se derrite demasiado rápido. Todo esto hace que sean difíciles de fotografiar.
Si bien la profesión del foodstylist existe desde hace décadas para hacer las publicidades de comida más tentadoras, hoy tiene nombre propio y ha tomado fuerza gracias a las redes sociales, especialmente Instagram y Pinterest. En ellas, las personas se esmeran en hacer sus platos más tentadores para compartirlos con sus seguidores. ¿Cuál será el próximo rubro al que llegará el arte?