“Me llamo María Josefina Luque, pero no uso mi segundo nombre, me hace acordar a la esposa de Napoleón y me suena un poco aristocrático. Me gusta más María. Nací en Rosario, en 1983”.
María para muchos hace simples “dibujitos”, pero para mi su poder de imaginar situaciones es magnífico. La descubrí en internet y luego fue recomendada por otros artistas, digamos que la gran red que nos envuelve hoy en día, hace que estemos todos interconectados.
“Pasé por la escuela de arte, estudié pintura algunos años y aprendí mucho, pero terminé abandonando. Empecé a tomar talleres con artistas que me interesaban y a hacer residencias, en Argentina y en el exterior”.
¿Cuál es tu primer recuerdo con el arte? Mis abuelos tenían en una pared de su casa Las meninas de Velázquez. Me encantaba y me daba mucho miedo al mismo tiempo, no podía dejar de mirarla. La primera vez que me crucé con esa obra en un libro y vi que decía que estaba en el Museo del Prado me dio mucha bronca, estaba segura de que se habían equivocado, el original estaba en la casa de mis abuelos, yo lo veía siempre. Me costó bastante entender que lo que veía era una reproducción.
¿Qué te motiva a crear? El motivo a veces un misterio. Imagino un dibujo y siento como una urgencia por verlo en la vida real. Otras veces el proceso es mucho más racional o medido, sobre todo cuando es para un encargo o un trabajo. Pero cuando dibujo algo sin ningún pretexto por lo general me gusta pensar que la mano está un poco poseída y hace lo que quiere, cuando pasa eso salen los dibujos que más me gustan.
“Por lo general me gusta saber que mi trabajo hace reír a los demás, que se pueden encontrar de alguna manera en mis dibujos y sentirse parte. Me gusta detenerme en detalles medio tontos de la vida, que parecen no tener mucha importancia pero que son lo que va sosteniendo todo”.
Entre lápices de colores, marcadores, acuarela, acrílico y como soporte casi siempre el papel, María dibuja. “Me gusta la relación del papel con el lápiz de color, me encanta que son materiales que no ocupan mucho espacio y que puedo trasladar fácilmente. Me encanta ir a dibujar a bares o museos y llevar todo lo que necesito en un bolso chiquito, creo que eso es lo mejor, puedo trabajar donde sea que esté”.
¿Qué proyectos tenés para este año? El 4 de febrero inauguré una muestra individual en Barcelona, organizada por Espacio Moebius. Ellos también van a publicar un libro con una historieta corta, impreso en serigrafía por Chocho, pero todavía no tiene fecha. También espero que se publique una novela gráfica sobre la vida de Cándido López, se llama La mano del pintor y la va a publicar Editorial Común. Ahora estoy trabajando para una muestra individual en Galería Mar dulce, que inaugura el 19 de marzo. También estoy terminando una segunda novela y planeando varias cosas más.