“Es un impulso, una necesidad vital”, así explica Mica Kim la inspiración a pintar. Nació el 8 de agosto de 1994 en Buenos Aires y actualmente cursa su tercer año de la Licenciatura en Artes Visuales. Si bien pinta “desde que tengo memoria”, pasó por varios talleres. Desde el clásico de composición, dibujo, claroscuro y reglas básicas de la pintura a la expresión libre del sentir y hacer con Heriberto Zorrilla, fundador del movimiento “Esencialismo pictórico”.
“Tengo recuerdos de una profunda admiración por los cuadros que mi mamá pintaba en su tiempo libre y de jugar con sus valiosas cajas llenas de materiales con los que descubrí mi verdadero lenguaje: el de la pintura. Cuando terminé el colegio, empecé la carrera de Artes Visuales y paralelamente, transité seis meses del programa de formación de la Beca Proyectarte, Casa Escuela de Arte, donde tuve clases con Luis Terán, Máximo Jacoby y Max Gómez Canle. Además, asistí al taller del artista Andrés Waissman y actualmente hago clínica de arte. Seguimiento de obra con Sergio Bazán”, cuenta.
A la hora de elegir un artista, Mica no atribuye su total admiración a uno en particular, pero todos los que le llaman la atención, tienen algo en común: “Dieron todo, dedican todo y vivieron exclusivamente entregados al arte”.
Lienzo en blanco, mesa con óleos, acrílicos, tinta, esmaltes, guantes de látex y telas. Todo parece estar listo para que Mica empiece a pintar. “Busco transmitir climas, atmósferas. Mis obras van mutando a través de las experiencias vividas, más allá de lo artístico. Trabajo directo sobre la obra, no hago boceto previo aunque a veces pueda tener una vaga idea mental, pero el trabajo final de la obra jamás termina siendo lo que pensé inicialmente. Si lo fuese, sería un desacierto porque la verdadera creación es impredecible e incalculable, conlleva un gran componente de sorpresa responsable del placer estético”.
Los colores y sus vibraciones son muy importantes en las obras de Mica, “específicamente, cada matiz transmite su propia sutileza, su propia sensación”. Con luz natural, preferentemente, se pone a trabajar en soledad, que dice disfrutarla mucho. Respecto a la creatividad, dice que “la desconfianza y el temor son enemigos de ella. Para recuperarla, hay que suprimir estas sensaciones y entregarse al hacer, al encuentro con la misma”.
Respecto al arte dice: “Si bien algunos tuvieron el privilegio de estar más cercanos a ella, creo que nadie llegó a su entendimiento total. Es de naturaleza polisémica, polimorfa, impredecible, indefinible, innovador, poderoso y hasta a veces, físicamente efímero. Es el hecho de que me resulte, sobretodo tan inconquistable, el que me tiene perdidamente enamorada”.
Mica está armando una exposición individual para el mes de septiembre y otra con un grupo de artistas para fin de año.