El acrílico, el collage, el grafito, los lápices de colores y los marcadores son materia prima válida para que Mariana Guerci comience trabajar. Y un espacio tranquilo y ordenado en el que pueda concentrarse. De ese entorno, de hecho, fue que surgió su última serie, Cidade (“ciudad” en portugués), a la que la artista define como “la más autobiográfica” que hizo en su carrera.
Mariana nació en Rosario y estudió diseño de indumentaria y gráfico en la FADU: “Mi vínculo con el arte comienza de chica. Siempre fue algo muy incentivado en casa. Dibujo desde que tengo memoria y nunca paré”.
Julián Usandizaga, Celina González Sueyro y Daniel Roldán fueron algunos de sus maestros-guía. “Tuve la suerte de siempre dar con gente que me incentivó mucho en lo creativo y supo sacar lo mejor de mí”.
“Necesito estar haciendo varios proyectos diferentes a la vez para no sentir que me encierro en un solo asunto. Además, me ayuda a expandir mi creatividad”.
“Cidade, surge en un viaje a Brasil que hice hace casi un año en el que me propuse bajar un par de cambios, disfrutar de la naturaleza y encontrarme con un ritmo de vida más tranquilo. Paradójicamente, en paralelo, comencé este proyecto que habla casi de lo contrario: el caos, las ciudades y su morfología. Cidade no se refiere a los lugares en sí, sino a mi propia experiencia en cada lugar, y a la observación de ciertas morfologías que se me fueron grabando fuertemente en la memoria”.
“Me gusta ver cómo surgen y desaparecen lugares según el período político, social, económico o la moda. Es curioso ver cómo el espacio urbano se diseña y planifica mucho en ciertos lugares y en otros simplemente se trabaja como tapando o remendando los problemas. La forma de trabajar la infraestructura es para mí reflejo de la idiosincrasia del lugar y de sus habitantes”.
“Las formas que uso para las obras de esta serie se van generando de una manera un poco caótica y aditiva. Cada pequeña parte condiciona la forma que tendrá la siguiente. Son muchísimas piezas contenidas en una forma más amplia, que generalmente se repite o varía muy poco. La manera en la que trabajo las obras me remite al espacio urbano, como algo vivo, como este espacio dinámico que se reconfigura todo el tiempo, dentro de límites arbitrarios, que son sobrepasados de forma constante”.
“Soy una persona muy curiosa y con necesidad de crear y aprender. Me cuestiono mucho. Sin embargo, con mis obras no suelo volver atrás o dejar cosas sin terminar. En cambio, trato de seguir adelante, desafiar al error y que funcione a mi favor”.
“Doy muchas vueltas antes de sentarme a trabajar. Pienso mucho…ordeno un poco…me preparo un café, pongo música y dejo el smartphone lo más lejos posible y sin sonido. Prefiero trabajar a la mañana temprano porque tengo la mente más limpia. Y siempre elijo el día, porque veo mejor los colores con luz natural”.
“Me inspiran mucho los arquitectos y diseñadores. Por supuesto, la Escuela de la Bauhaus me marcó bastante. En otro momento, el Bosco o Bruegel influenciaban muchísimo mi trabajo, cuando estaba en una etapa más oscura, de monstruos. Actualmente estoy muy enganchada con Matisse, sobre todo su última etapa de collages. También las pinturas de Stuart Davis”.
Hermosa la obra, la pureza de los colores, la combinación de los mismos y los diseños tan armónicos. Me parece una obra alegre y completa entre cerámicas, bordados, acrílicos, crayones; me encanta!