“Tomé responsabilidad del apellido cuando me puse a trabajar para la familia y para Edu como artista”, cuenta Celina Pla, quien con 32 años, dirige uno de los lugares donde los artistas tecnológicos del momento, se acercan para exponer en sus paredes.
Se trata de Espacio Pla, un lugar creado para honrar a su tío, el artista argentino Eduardo Pla, quien cuenta con una larga trayectoria, grandes obras y reconocimientos mundiales.
Tras su fallecimiento, Celina y su familia se pusieron una misión: recolectar todas las obras de su tío y realizar un espacio para honrarlo. “No era consciente de lo que era Edu en el ambiente del arte. Nosotros lo teníamos como ese “tío loco”, pero detrás de eso había todo un trabajo, del cual sólo conocíamos una pequeña parte”, cuenta y agrega: “fue un acercamiento muy amoroso, con muchas ganas de conocerlo y seguir con su legado, con una gran responsabilidad”.
Espacio Pla es un lugar donde toda la familia de Eduardo toma decisiones a fin de año. Sin embargo, es Celina la que lleva la diaria, eligiendo a los artistas, curadores, los cursos que se dictarán, entre otras cosas.
Del mundo de la publicidad al arte digital, Celina dio pasos agigantados en los últimos años y para eso tuvo que sumergirse en un lugar, que nunca imaginó estar: el arte. “Si bien la publicidad tiene algo de arte, son dos mundos totalmente distintos. Lo que anhelo tener de mi tío, es la capacidad de desarrollar esa sensibilidad que tenía para ver el mundo”.
DA: ¿Qué te enseñó Eduardo?
CP: Tomo como aprendizaje la libertad con la que vivió: ser artista en una familia tradicional, ser homosexual en una familia tradicional…él rompió muchas barreras. Eso para mi es un ejemplo, además que nos divertíamos mucho con él, er amuy gracioso.
Actualmente la mayoría de los artistas de este rubro son hombres, sin embargo desde Espacio Pla se arman duplas donde las curadoras son mujeres y de esa manera se logra un equilibrio en la mirada. “El primer año de todo esto, empecé a introducirme en el arte digital y fue entonces que la conocí a Merlina Rañi, una curadora con la que comparto mis decisiones y con quien empecé a conocer artistas con los que ella trabajaba”.
Aunque parezca que esto es novedoso, el arte digital tiene una historia de más de 30 años. Sin embargo, sigue siendo para muchos un “nicho”, aunque la tecnología nos atraviese en nuestra vida diaria.
“Cuando empecé, traté de viajar para ver qué era lo que pasaba afuera. Me fui a Londres pensando que ahí explotaba el arte digital y no fue así. Luego descubrí que los mercados más fuertes son Japón y California, espacios de polo tecnológico. En Argentina, uno de los polos es Bahía Blanca, no Buenos Aires. Todo es muy colaborativo: es el momento hacer y caminar para el mismo lado”.
Aunque ella no se imaginaba terminar en un lugar como el que está ahora, la vida la llevó y hoy lo elige. Celina (“China” para muchos) Pla, está siendo un referente de algo que se está gestando, para muchos nuevo, y se trata del arte digital en la Argentina.
¿Un artista? James Turrell.
¿Una canción? Sprawl II, Arcade Fire.
¿Un lugar en el mundo? Italia.
¿Una comida? Ñoquis de espinaca.
¿Una palabra? Equipo.